A un solo clic. Gratis y de pago, aunque cuestan poco (la mayoría, apenas dos euros, como Avisador de radares y AvísaMe). Y al alcance de cualquier conductor. La popularización de los smartphones —el 63% de los españoles ya cuenta con uno, según la Fundación Telefónica— se ha traducido en la multiplicación de aplicaciones para móviles que ofrecen al usuario extensas bases de datos con los cientos de radares colocados por Tráfico en las carreteras. Estos dispositivos legales, muchos actualizados casi en tiempo real y con información aportada por los propios usuarios, permiten esquivar los controles de velocidad. En este caso, la información es poder… evitar una multa.

«Estas aplicaciones están permitidas. Nosotros mismos ofrecemos una», resalta un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT), que insiste en diferenciar entre tres tipos de instrumentos: los avisadores, los detectores y los inhibidores. Los primeros, «perfectamente legales», son estas aplicaciones para teléfonos inteligentes: una recopilación de datos que se incorpora al smartphone y que, mediante la localización GPS, avisa cuando el vehículo se halla cerca del control de velocidad. Una alerta que ayuda a pisar el freno y eludir la sanción.

La DGT impone anualmente unos dos millones de multas por exceso de velocidad. Convertida a euros, esa cifra resulta mucho más alta. El anterior Gobierno, en una respuesta parlamentaria al PP, reveló que entre 2008 y 2010 recaudó 205,1 millones por infracciones de este tipo.

Alejandro García, director general de la empresa Coyote System, explica cómo ha desarrollado iCoyote, una de estas aplicaciones para móvil: “Tenemos proveedores privados de bases de datos. También echamos mano de la localización de radares publicada por la DGT. Y, después, incorporamos los avisos de los usuarios, que, cuando pasan junto a un radar móvil —montado en un coche de la Guardia Civil— lo señalan, bien con un botón o mediante la voz, y así el resto de conductores puede saber dónde está oculto”. El sistema, añade García, se refresca y actualiza cada tres minutos.

858 radares fijos vigilan día y noche las carreteras españolas. A estos hay que añadir otros 260 móviles camuflados en patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, además de los fijos instalados por cientos de Ayuntamientos en sus términos municipales.

Pero si el conductor conoce de antemano dónde se sitúan los radares fijos y estas aplicaciones para teléfono, actualizadas en tiempo real, avisan de los radares móviles, ¿no se pierde su sentido? María de los Ángeles Esteller, diputada del PP, defendió en marzo de 2013 en la comisión de Seguridad Vial del Congreso la «función preventiva» de los cinemómetros: «Han de evitar accidentes y, para ello, han de estar señalizados. La gente debe saber cuándo pasa por un lugar en el que existe riesgo de accidente».

Una idea en la que se enmarcan las aplicaciones para los smartphones. La reforma de la Ley de Tráfico emprendida por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, actualmente en el Senado y que se prevé esté lista en primavera, seguirá permitiendo estos dispositivos.

En cambio, se prohibirán los detectores de radares. Estos instrumentos captan la existencia de la onda de los cinemómetros y alertan al conductor. Fueron ilegales hasta mayo de 2010, cuando entró en vigor el anterior cambio normativo del PSOE. Este, a raíz de una enmienda de CiU, los legalizó. Quienes los lleven, según el proyecto, serán multados con 200 euros y perderán tres puntos del carné. «No existe actualmente una aplicación para el teléfono que permita que funcione como un detector», especifica García.

Por otra parte, nunca han estado permitidos los inhibidores, que son unos aparatos que detectan los radares y los anulan. «Los usuarios suelen llevarlos ocultos y la Guardia Civil solo los descubre si los para y los registra», explica una fuente de Tráfico.

María Seguí, directora general de Tráfico, admitió en la comisión de Interior del pasado 8 de octubre que «los radares fijos y su tiempo están pasados». ¿Es el de los radares móviles? Las aplicaciones de smartphone, al menos, lo discuten.

Controles al detalle

Las carreteras españolas se encuentran vigiladas por 858 radares fijos y de tramo. 583 de ellos los ha colocado Tráfico, según consta en su página web, donde puede consultarse en qué lugares se hallan. Del resto, 218 y 57 cinemómetros pertenecen, respectivamente, a los servicios de tráfico de Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias en esta área.

Los presupuestos de Tráfico para 2014 prevén, según Seguí, unos ingresos de 847 millones de euros. De dicho importe, un 45% provendrá de las sanciones.

Según la web de Android y, sin contar otros sistemas operativos, Radardroid se ha descargado más de un millón de veces; y Avisador de radares, más de 100.000. Wikango, otra aplicación similar, cuenta con tres millones de usuarios.